19.11.11

Épica y regeneración

Pocas cosas hay lógicas en la vida, y este post, lógicamente, no es una de ellas. Si lo fuese, este primer café estaría endulzado por el demoledor inicio del AZ, por la inestabilidad ajacied en liga, y en los despachos, o por las exhibiciones del potencial ofensivo de Twente y PSV partido tras partido. Pero como no lo es, será el Excelsior quien abra por primera vez las puertas de Café De Koekamp. Porque mucho se tienen que torcer las cosas para que eludan el abrazo de la Eerste Divisie al final de la temporada, o por lo menos, su caricia.

No es fácil ser un club "satélite". Armar una plantilla, más o menos competitiva, a base de jugadores que no son tuyos, para sufrir un éxodo masivo al final de la temporada. Y vuelta a empezar. El éxito del equipo depende de su capacidad para regenerar la plantilla año tras año, sin verse sus expectativas de final de curso reducidas. Ese es el reto, y el Excelsior lo superó la pasada temporada: no descendieron. En la 2011/12, ya son colistas, y repetir aquel tercer puesto por la cola que da derecho a disputar los playoffs por la permanencia, sigue siendo el objetivo.

Algunos de los resultados cosechados el año pasado rozaron lo épico, concepto que ha de ser entendido en el contexto de máxima modestia acorde con la historia del Excelsior. Sonrojaron al Feyenoord de Mario Been en la segunda jornada, con una victoria 3-2. Después, empataron con el AZ en la primera vuelta y le vencieron en la segunda, e igualaron en casa contra el Ajax, proeza que se encargó de eclipsar el PSV ese mismo día endosando aquel irrepetible 10-0 al Feyenoord.




Aquella temporada, la 2010/11, fue Alex Pastoor el encargado de llevar al Excelsior por la senda de la permanencia. A sus órdenes tenía un centro del campo digno de un equipo de zona media-alta de tabla en Holanda, con Clasie secundando a Koolwijk y, tras el mercado invernal, también a Roorda. De ellos, en el Woudestein, hoy solo queda el recuerdo, y su lugar en el campo carece de reemplazo permanente. Hasta ahora, el único fijo de los centrocampistas usados por Lammers es Alberg. Algo racional, visto el déficit de calidad del equipo en esta zona. Le iguala en titularidades Broerse, también con 12, y le siguen Vorthoren, con 9, y De Graaf, con 8. Otros que tampoco están, pero cuya marcha no afecta tanto al colectivo, son Guyon Fernández, Ramsteijn y Bovenberg, y de momento, sin ellos, ya le han sacado un empate a domicilio al Twente. Su primera heroicidad de la temporada.

Viene al caso recordar una cita de Lillo bastante cierta: "dime qué mediocentro tienes y te diré qué equipo eres". El Excelsior reclama ese mediocentro que todavía no tiene o no ha encontrado. Hasta entonces, repetir aquel tercer puesto por la cola seguirá sonando a poesía para un equipo metamorfoseado en todas sus líneas, sobre todo en el medio.

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