26.3.12

Bienvenido de nuevo, Oussama

Eran casi las ocho menos cuarto del sábado por la tarde en Heerenveen. La temperatura era buena para jugar al fútbol, unos nueve grados y alrededor de un 78% de humedad según World Weather Online. El cielo había ido oscureciéndose poco a poco dejando paso a la noche y las 25.500 personas congregadas aquella tarde reciente en el Abe Lenstra Stadion cantaban, como dicta la deliciosa rutina, el himno de Friesland mientras Eredivisie Live mostraba las infografías de las alineaciones antes de que diera comienzo el partido.

Assaidi defendido por Hutchinson

Los jugadores permanecían en la galleta, escuchando. Un protagonista: Oussama Assaidi. En su cabeza la misma idea que había gobernado su día a día desde que regresó lesionado de la Copa África de Naciones allá por el mes de Febrero: volver a entrar en el selecto club de jugadores top de la Eredivisie. Enfrente esperaba el renovado VVV-Venlo de Lokhoff, necesitado de una victoria para mantener vivas sus opciones de evitar la promoción. Atrás quedaban noventa minutos de desesperación en KNVB Beker contra el PSV por la ineficiencia de su desborde ante un muro en forma de Hutchinson. Era el primer partido que Assaidi completaba íntegramente tras su vuelta del torneo africano.


Pero esta vez fue diferente. El de Beni-Boughafer entró dubitativo en el partido, pero pronto empezó a marcar diferencias. Del primer balón que recibió en banda izquierda nació la jugada del 1-0.  Quince minutos más tarde volvería a ser clave, esta vez en una contra, desdoblándose por la derecha, a espaldas de Emenike, para sacarse un centro que desembocaría en el 2-0 de Đuričić (pronúncialo, Sauca). En tan solo cuarenta y cinco minutos había determinado la victoria del Heerenveen. 

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Tras el descanso tuvo dos oportunidades de gol, sin embargo, primero el poste y después Gentenaar hicieron prevalecer su desencuentro con el gol (inédito desde principios de noviembre de 2011). Y llegó el 2-1 de Maguire que recortaba distancias para el VVV. Pero no era el día indicado para intentar la remontada y Assaidi siguió a lo suyo, balón en la diestra, regalando pases de gol. No es de extrañar que del 60% de posesión que acumuló el Heerenveen al finalizar el encuentro, el 11% de su total le corresponda a él (izquierda). Hasta que, pasado el minuto ochenta, encontró el momento para meter un "platanito" desde el lateral del área directo a la cabeza de Viktor Elm. Partido finiquitado: tres a uno. Y aún tendría ganas y tiempo de dar un magnífico pase al espacio que hacía valer la ruptura de Dost, 4-1. La última asistencia de un total de tres. Que siga sin marcar goles, que su equipo  y Dost- se lo agradecerá seguro.

El veintidós ha vuelto en el momento clave de la temporada, en plena lucha por Europa, a una semana de medirse al Groningen en el derbi que decidirá al Kampioen van het Noorden (campeón del norte). ¿Casualidad? Puede. Es lo que el fútbol holandés nos regala. Mientras, os dejo que disfrutéis con su clase magistral del sábado: 


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